Hace dos años mi hija Susan me pidió que le hiciera un quilt, en realidad me lo habia pedido hace mucho y empezé varios pero no los terminé siempre habia algo que debería de haber hecho diferente. Este quilt fué ncreiblemente difícil porque la mayor parte de las telas tienen alguna textura. Los colores los escogió Susan y como siempre le prometí que este si lo terminaría. Han pasado dos años y después de coser y deshacer lo que habia empezado quién sabe cuántas veces por fin lo terminé anoche a la 1 de la mañana pues hoy celebraríamos su cumpleaños.
La recompensa al terminarlo fué ver la cara de alegría de mi hija a quién hasta se le salieron las lágrimas al recibirlo. Este quilt ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho pero estoy tan felíz porque realmente lo terminé.
